Quería comenzar diciendo que Don Tulio debe estar revolcándose en su tumba porque ese lugar tiene su nombre, quiero hablar del feo, frío y extraño edificio que esta ubicado en la calle 22 entre avenidas 2 y 3, construcción a cargo Ivan Castellano e inaugurado el 21 de Diciembre de 1994 bajo el mandato del Gobernador Jesús Rondón Nucete, fecha desde la cual ha sido ese lugar gris y feo mas arriba de la plaza Bolívar.
De la estructura ya han hablado mucho, es una muestra de la pérdida de identidad que hemos tenido, alguien piensa que necesitamos un centro cultural moderno y no terminamos con una estructura como la del museo de arte de Denver, sino con una estructura que nadie quiere, que no tiene el más mínimo rasgo de la identidad, que no respeta el entorno ni la ciudad y que no es agradable para ver y que además parece a medio terminar, ningún turista va a visitar ese lugar por la magnifica y bella estructura, no se puede visitar por lo autóctono ni por lo moderno, como siempre se nos olvida que Mérida es una ciudad turística, además de las pocas actividades que se han desarrollado allí han habido quejas sobre mala acústica excesiva humedad que podría dañar las obras.
¿Cuántas exposiciones hay al año en los espacios destinados para tal fin?, ¿cuantas obras de teatro y conciertos?, ¿cuantas ferias llenas de baratijas chinas y buhoneros?, recuerdo haber estado en un grupo de teatro que no tenía para pagar los miles de bolívares que cobraban y por lo tanto no se presentaba allí.
Esas son cosas que a corto plazo no van a cambiar pero, la forma ineficiente e ineficaz como se ha manejado ese lugar si podría cambiar, los espacios están subutilizados si te metes al fb puedes observar la poca cantidad de eventos, que promueven, solo algunos espacios han sido tomados gracias a las iniciativas propias de unos jóvenes al menos en los pasillos y ciertos espacios se les ha permitido practicar sus bailes y deportes, lo cual me parece excelente.
Perteneciéndole al estado debería ser de todos, y no es de nadie, en realidad no está promoviendo, mostrando o apoyando actividades que efectivamente mejoren la calidad de vida de los merideños, es solo una fea estructura, llena de espacios vacíos, manejada de una forma burocrática y arbitraria, cuya administración espera de brazos cruzados que lleguen propuestas, para ellos darles el precio de alquiler del espacio.
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